Con este corto pero concreto concepto de la palabra valor, podemos afirmar que el premio al Jugador Más Valioso se debe entregar al pelotero que tuvo el mayor aporte para su equipo, que su utilidad pudo ser aprovechada suficientemente para que influyera en los resultados del colectivo. En otras palabras, el jugador más importante.

Sin duda, es el premio más esperado y popular de esta y cualquier liga que lo entregue. De nuevo, tendremos en la LVBP una temporada donde la decisión del premio puede generar gran polémica. La sabermetría en contra del beisbol tradicional.

Mi candidato a ganar el premio es Gregor Blanco. El caraqueño tuvo la mejor campaña de su carrera, donde sumó varios lideratos ofensivos. En primer lugar, fue líder en carreras anotadas, con 47, superior al resto de los jugadores considerablemente. Sus carreras impulsadas fueron 23, con 4 jonrones para producir un total de 1.16 carreras por juego. Conectó 5 triples, segundo en la liga. Recibió 47 bases por bolas, primero en la liga. Robó 18 bases, al menos 7 superior que cualquier otro jugador de la liga. Lo que representa su gran actuación con evidencia, es su increíble promedio de embasado de .478 y el Slugging de .520 siendo primer bate en todos sus encuentros. Esto deja un OPS de .998, líder de la liga. Gregor terminó de tercero en el premio al productor del año, detrás de los bateadores más poderosos de la liga en los últimos años, Luis Jiménez y Ernesto Mejía. Por eso, el center field salado tuvo mayor impacto ofensivo que cualquier otro jugador en Venezuela, ya que fue capaz de traer las carreras al plato y anotarlas excesivamente, de manera oportuna.

Además de todo esto, la solvencia defensiva que demostró fue increíble, haciendo con total seguridad las jugadas de rutina y con firmeza las jugadas difíciles, aportando gran solidez a la línea central del conjunto.

Gregor Blanco sufrió una lesión en el juego entre Tiburones y Leones, el 9 de noviembre. Por esa razón no pudo jugar en los siguientes cinco días. Durante su ausencia el equipo tuvo record de 1-4, cayendo por primera y última vez con record por debajo de .500 (14-15). En su regreso, el 15, La Guaira venció 7 a 3 al Caracas y desde ese momento, ganaron 7 juegos en fila, y 10 de los siguientes 11. ¿Coincidencia? No lo creo. La contribución que le pudo dar al equipo se refleja en los números, de manera inmediata. Se embasó iniciando el juego en 28 de las 54 oportunidades, para dejar un record de 18-10 cuando lo hizo. La Guaira clasifico el 20 de diciembre, al menos nueve días más temprano que el resto y finalizaron en el primer lugar. Él, es el jugador más importante.

Con el lamentable final de temporada de las Águilas, Ernesto Mejía pierde mucha importancia en su equipo, ya que esperaron una victoria que nunca llegó (clasificaron por derrota de Cardenales contra Caribes el 30 de diciembre). Perdieron los últimos cinco juegos de la temporada y Mejía impulsó solo una carrera en ese periodo. Así que su aporte fue casi nulo en el momento que el equipo lo necesitaba.